jueves, 31 de marzo de 2011

Museo de la Poesía Manuscrita "Juan Crisóstomo Lafinur" La Carolina-San Luis- Argentina

Los poemas de los cerros
por Patricia Bottero
"Yacía. Su rostro erguido estaba....
Los que le vieron vivir así no sabían
hasta qué punto él era uno con todo esto..."
La muerte del poeta-Rilke

Placa en la 1ª escuela fundada por Sarmiento
San Francisco del Monte de Oro- San Luis

       Partiendo de la pequeña ciudad de San Francisco del Monte de Oro, lugar donde Domingo Faustino Sarmiento fundara la primera escuela con 7 alumnos y tan  sólo 15 años de edad;  nos separan 33 kilómetros por la ruta provincial Nº 9, atravesando la Pampa de la Invernada, del valle de La Carolina.

      El camino gana altura en incontables zig zag y el lento ascenso a la montaña se produce, la meta es el cerro volcánico Tomolasta, para descender luego hasta los 2000 metros y  encontrarnos con el imponente marco, que refugia lo que fuera la casa del poeta Juan Crisóstomo Lafinur.
   

 Arroyo en la Pampa Invernada  
Punto panorámico en el ascenso al Tomolasta 
      Atrás, quedaron los bellos arroyos, las montañas con sus curvas caprichosas.
    
    Lejos, la ruta totalmente solitaria. 

    Borrosos en   la memoria,los ruidos citadinos.   
   
    
    El cielo límpido y el aire fresco de un día radiante del mes de marzo, nos invitan al recorrido apaciguado por el lugar habitado únicamente por versos. Poemas sellados en papeles adormecidos y melancólicos a la espera de pupilas encendidas que se enamoren de ellos, y los salven.
 

Punto panorámico en el ascenso al Tomolasta
      Nos escolta un camino de esculturas en bronce de cabezas de hombre y mujer extendidos en fila sobre una rampa. El silencio del salón del museo, de moderno diseño, nos invita a la lectura.
    
Camino de las esculturas
       Aquí, se albergan manuscritos originales exhibidos en vitrinas, de variados escritores regionales, nacionales y extranjeros. Algunas de los textos de artistas regionales los  encontramos también, en otras partes de las provincia.

       Entre ellos podemos leer el poema Digo la Mazamorra del poeta merlino, Antonio Esteban Agüero, nacido en Piedras Blancas que está colocado en su morada, próximo al algarrobo “Abuelo” en la Villa de Merlo. Allí son los brazos cansados del “Abuelo” los que lo protegen, aquí es la mirada totémica del cerro Tomolasta la que no lo descuida ni un segundo. En todas partes, es la inefable, Mercedes Sosa, quien le puso la voz y el alma, como sólo ella sabía hacerlo a este poema:

Digo la mazamorra

La Mazamorra, ¿sabes?, es el pan de los pobres,
la leche de las madres con los senos vacíos,
- yo le beso las manos al Inca Viracocha
porque inventó el Maíz y enseñó su cultivo -.

Sobre una artesa viene para unir la familia,
saludada por viejos, festejada por niños,
allá donde las cabras remontan el silencio
y el hambre es una nube con las alas de trigo.

Todo es hermoso en ella: la mazorca madura,
que desgranan en noches de viento campesino,
el mortero y la moza con trenzas sobre el hombro
que entre los granos mezcla rubores y suspiros.

Si la prefieres perfecta busca un cuenco de barro,
y espésala con leves ademanes prolijos
del mecedor cortado de ramas de la higuera
que en el patio da sombra, benteveos, e higos.

Y agrégale una pizca de Ceniza de jume,
la planta que resume los desiertos salinos,
y deja que la llama le transmita su fuerza
hasta que asuma un tinte levemente ambarino.

Cuando la comes sientes que el Pueblo te acompaña
a lo largo de valles, por recodos de ríos,
entre las grandes rocas, debajo de cardones
que arañan con espinas el cristal del estío.

El Pueblo te acompaña cada vez que la comes,
llega a tu lado, ¿sabes?, se te pone al oído
y te murmura voces que suben a tu sangre
para romper la niebla del mortal egoísmo.

Porque eres uno y todos, comiendo el alimento
de todos, en la fiesta del almuerzo tranquilo;
la Mazamorra dulce que es el pan de los pobres,
y leche de las madres con los senos vacíos.

Cuando la comes sientes que la tierra es tu madre,
más que la anciana triste que espera en el camino
tu regreso del campo, la madre de tu madre,
- su cara es una piedra trabajada por siglos -.

Las ciudades ignoran su gusto americano,
y muchos ya no saben su sabor argentino,
pero ella será siempre lo que fue por el Inca:
nodriza de los pueblos en el páramo andino.

La noche en que fusilen canciones y poetas
por haber traicionado, por haber corrompido
la música y el polen, los pájaros y el fuego,
quizás a mi me salven estos versos que digo ...

Antonio Esteban Agüero en
 "Un hombre dice su pequeño país"

Museo de la Poesía Manuscrita
      Algunos manuscritos requieren del esfuerzo visual por desentrañar lo que la letra borroneada acoge. Otras veces, los mismos están expuestos en gigantografías que aunque más legibles y vistosas, carecen del valor del puño y letra, del papel amarillento, compañero y cómplice de largas horas de ahínco por hallar la palabra precisa para después, victoriosos disfrutar la saciedad que eso provoca.

     Polifacético, Lafinur fue filósofo, docente reformista, maestro en artes, teniente en el ejército de Manuel Belgrano, dramaturgo, músico, periodista, abogado y poeta. Su nombre alude a Crisóstomo, uno de los padres de la iglesia griega, mencionado por el Dante en el Canto XII, de los espíritus sabios, del Paraíso de la Divina Comedia.
     
     Entre sus poemas patrios expuestos encontramos:

 Canto elegíaco a la muerte del General Manuel Belgrano


¿Por qué tiembla el sepulcro, y desquiciadas
sus sempiternas losa de repente,
al pálido brillar de las antorchas
los justos y la tierra se conmueven?
El luto se derrama por el suelo
al ángel entregado de la muerte,
que a la virtud persigue: ella medrosa
al túmulo volóse para siempre.
Que el campeón ya no muestra el rostro altivo
Fatal a los tiranos; ni la hueste
Repite de la Patria el sacro nombre,
Decreto de victoria tantas veces.
Hoy enlutando su pendón, y al eco
del clarín angustiado, el paso tiende,
y lo embarga el dolor; ¡dolor terrible
que el llanto asoma so la faz del héroe!...
Y el lamento responde pavoroso:
Murió Belgrano, ¡oh, Dios! ¡así sucede
la tumba al carro, el ¡ay! Doliente al ¡viva!,
la pálida azucena a los laureles!
¡Hoja efímera cae!, ¡tal resististe
al Noto embravecido y sus vaivenes!
¡La tierra fría cobra tus despojos,
que abarcará por siempre!; mas no puede,
¡campeón ilustre! ¡atleta esclarecido!,
la mano que te roba hollar las leyes
que el corazón conoce; envanecido
el jaspe os mostrará a los descendientes
de la generación que te lamenta.
La patria desolada el cuello tiende
al puñal parricida que le amaga,
en anárquico horror: la ambición prende
en los ánimos grandes, y la copa
da la venganza al miedo diligente.
Aún de Temis el ínclito santuario
profanado y sin brillo; el inocente,
el inocente pueblo, ilustre un día,
a la angustia entregado; el combatiente
sus heridas inútiles llorando
escapa al atambor; el país se enciende
en guerra asoladora que lo ayerma,
asoma la miseria, pues que cede
la espiga al pie feroz que la quebranta,
y ¿ora faltas Belgrano?...¡Así la muerte
y el crimen, y el destino de consumo,
deshacen la obra santa, que torrentes
vale de sangre y siglos mil de gloria,
y diez años de afán!...¡Todo se pierde!
Tu celo, tu virtud, tu arte, tu genio,
tu nombre en fin, que todo lo comprende,
flores fueron un día; marchitólas
la nieve del sepulcro. Así os lamente
la legión que a la gloria condujiste:
con tu ejemplo inmortal probó el deleite,
la magia del honor, y con destreza
amar le hicisteis el tesón perenne,
el hambre angustiadora, el frío agudo...
Suspende ¡oh, musa! Y al dolor concede
una mísera tregua. Yo lo he visto
al soldado acorrer que desfallece,
y abrazarlo, cubrirlo y consolarlo.
Ora rayo de Marte se desprende,
y al combate amenaza y triunfa y luego
¿qué más hacer?...El desairar la suerte,
y ser grande por sí, ésta no es gloria
del común de los héroes; él la ofrece
en pro de los rendidos que perdona.
Ora el genio se presta y lo engrandece:
corre la juventud, y a la natura
la espía en sus arcanos, la sorprende,
y en sus almas revienta de antemano
el germen de las glorias. (4) ¡Oh! ¡quién puede
describir su piedad inmaculada,
su corazón de fuego, su ferviente
anhelo por el bien! Solo a ti es dado,
historia de los hombres: a ti que eres
la maestra de los tiempos. El arca de oro
de los hechos ilustres de mi héroe,
en ti se deposita; recogedla,
y al mundo dadla en signos indelebles.
Y vos, ¡sombras preciosas de Balcarce,
de Oliver, de Colet, Martínez, Vélez!,
ved vuestro general; ya con vosotros;
abridle el templo que os mostró valiente.
¡Tucumán! ¡Salta! ¡Pueblos generosos!
Al héroe del febrero, y del septiembre
Alzad el postrer himno, mas vosotras, 
Vírgenes tiernas, que otra vez sus sienes
Coronasteis de flores, id a la urna,
y deponed con ansia reverente
el apenado lirio; émulo hacedlo
de los mármoles, bronces y cipreses.

Juan Crisóstomo Lafinur 

      Los retratos de los toilletes están señalizados con los nombres de quienes fueran los habitantes del lugar: Carmen y Juan. ¿Quién no soñó alguna vez con un refugio en la montaña? ¿Quién no soñó con inviernos de  cerros nevados y veranos de cielos tan puros como el que hoy nos ofrece majestuoso el valle de La Carolina?

      Algo potente, hermoso y a la vez triste y mudo hay en el aire de las afueras del museo; cuando de pronto leemos que Juan Crisóstomo Lafinur murió con tan sólo 27 años de edad, algunas sensaciones parecen descifrarse. Cruzando un puente yace su tumba, volvemos a mirarla, ya no es la misma tumba de hace unos minutos, ya no somos los mismos visitantes…

     A través de un panel que figura cerca del monumento en granito, donde el dueño descansa, podemos leer un poema que le dedicara, Jorge Luis Borges. Una investigación posterior nos develará que Lafinur fue su tío abuelo paterno.


Juan Crisóstomo Lafinur (1797-1824)

“El volumen de Locke, los anaqueles,
la luz del patio ajedrezado y terso,
y la mano trazando, lenta, el verso:
La pálida azucena a los laureles.
Cuando en la tarde evoco la azarosa
procesión de mis sombras, veo espadas
públicas y batallas desgarradas;
con Usted, Lafinur, es otra cosa.
Lo veo discutiendo largamente
con mi padre sobre filosofía
 y conjurando esa falaz teoría
   de unas eternas formas en la mente.
 Lo veo corrigiendo este bosquejo,
  del otro lado del incierto espejo”.
 
                   
 “La Moneda de Hierro” de Jorge Luis Borges
      Más atrás, vemos un laberinto borgiano donde juegan algunos niños. Sus risas nos hacen imaginar al niño que alguna vez fue feliz allí.
      Nuestro camino continúa. La visita nos ofreció impresiones distintas a las imaginadas. Los manuscritos fueron una parte del recorrido, las poesías no estaban sólo en los sitios esperados, quedaron en la impronta que nos llevamos dentro, basta entender el idioma secreto de los cerros. 

miércoles, 30 de marzo de 2011

Canillita de Florencio Sánchez. Rosario- Santa Fe

Con alma "canillita " y...rosarina.
por Diego Sánchez y Solís
para amartuarte

          En homenaje a la figura del dramaturgo Florencio Sánchez, el teatro municipal La Comedia de la ciudad de Rosario, Santa fe, Argentina, repuso su obra “Canillita” en el mismo escenario que hace más de un siglo la vio nacer. Esta nueva versión esta interpretada por un numeroso elenco rosarino y dirigida por Alicia Zanca y Hernán Peña.
      El espectáculo comienza desde que el público hace fila para ingresar a la sala, ese momento es acompañado por tres actores que representan música en vivo.
      La historia transcurre en un conventillo de principio del siglo XX . Mientras el espectador se acomoda en su butaca puede divisar algunos artistas interpretando a chicos a las corridas vendiendo diarios por alrededor de los pasillos, una discusión de vecinos del lugar, hasta escuchar canciones entonadas a capela desde los palcos.
      La idea de ambientar todo el espacio durante el ingreso es bárbara. A uno le da la sensación de ser participe de la historia. Una vez que el publico esta ubicado la ficción continua en el escenario.
      La trama nos narra los comienzos de los canillitas. Además muestra la problemática de las personas que viven en los conventillos.  El tema principal es el abandono y la necesidad de conseguir un trabajo digno. El final presenta una situación de venganza.
       La obra tiene un buen ritmo, los bailes, las canciones y el gran trabajo de Vanesa Bacelliere personificando a Canillita, su hermosa voz  le da un clima precioso.
      El vestuario es adecuado a la época y la iluminación impone todo su brillo.
     Al concluir la función el espectador sale del teatro satisfecho de haber asistido y disfrutado de un excelente espectáculo.
                        


Twitter@DiegoJSyS

domingo, 6 de marzo de 2011

Dogtooth de Giorgos Lanthimos

Acerca del poder supremo de los padres en la desconstrucción de sus hijos.
por Patricia Bottero
      

      Film devastador, de esos de los que uno tarda en recuperarse, porque permanecen mucho tiempo resonando en nuestra mente. Feroz y fatal. Una narración que aunque por momentos se repite, se anima a más. Basada en el mito de la caverna de Platón, la película es de una violencia psicológica constante con estallidos de violencia física, tal vez, innecesarios para el relato que se propone contar.
        Muestra la recategorización semántica sistemática del léxico cotidiano, el (des)construir la realidad y el mundo de una familia autoaislada y altamente alienada. Un universo ficcional que se burla de los padres en general y de esta versión monstruosa en particular, que aludiendo al “lo digo por tu bien”, fomentan la inmadurez, el incesto, la deshumanización y la esclavitud animal en sus hijos; todos con cicatrices físicas que sanarán aunque dejarán sus huellas y de las otras, las imborrables, de las que ya, no podrán salvarse.
       La caída del “canino” (diente de la boca que cae entre los 10 y 12 años , que en estos hijos adolescentes con sus caninos definitivos no pasará),  es en este mundo creado por el griego Lanthimos, el pasaje directo a la libertad, la horrorosa huida del infierno que le costará al que se anime a intentarlo, quizás su propia vida.
       Su título original es Kynodontas, su traducción en inglés es Dogtooth, pero su traducción correcta al castellano sería Colmillo, ya que ese, es el nombre que se le da al diente canino en los animales, haciendo referencia al adiestramiento sistemático y literal de perros, al que someten estos padres a sus hijos.
       Una alegoría a lo perverso de la filiación mal entendida, la construcción minuciosa de un camino sin salidas, con los muros tan altos como los de la casa que habita esta familia.
       Una película no apta para menores ni para mayores que se crean poseedores, de la última palabra.

sábado, 5 de marzo de 2011

La familia argentina de Alberto Ure (II)

Una temática eterna, una obra única.
por Diego Sánchez y Solís
para amartuarte

Cantero-Crespo- Machín

           La temporada 2011 del Centro Cultural de la Cooperación nos ofrece un gran espectáculo, La familia argentina de Alberto Ure, única obra escrita por el autor. Esta nueva versión es dirigida por Cristina Banegas y representada por Claudia Cantero, Carla Crespo y Luis Machín.
La historia nos sitúa en el departamento de Gaby (Carla Crespo), hija de Laura (Claudia Cantero) e hijastra de Carlos (Luis Machín). Allí convive con Carlos.
El conflicto comienza cuando la madre se entera de que su reciente ex marido mantiene una relación amorosa con su hija y aparece en escena de visita con el fin de encontrar una explicación de lo sucedido. El tema principal de la obra es el incesto, aunque Gaby es la hija adoptiva de Carlos, él siempre se comportó como su padre verdadero debido a la ausencia del padre biológico. Además durante el desarrollo de la trama se abordan muchos otros temas: violencia, abandono, infidelidades, alcoholismo, frustraciones,etc.
Su directora, Cristina Banegas, le da un buen ritmo a la obra en el cual logra que al espectador se introduzca en la historia desde un principio.
En el epílogo nos muestra los fracasos de estas criaturas en busca de la manera de seguir adelante con sus vidas.
Con respecto a la escenografía es simple, con pocos elementos nos presenta un living con claridad. La vestimenta de los personajes tan actual, no es la adecuada para la época. Alberto Ure escribió esta obra a fines de la década del 80, y eso quizás tenga un sentido.Greta Ure, es hija del autor y la encargada del vestuario. Es probable que a través de la indumentaria haya querido representar lo contemporáneo de la temática: estas familias disfuncionales, siempre existieron y seguirán por la eternidad.
La actuación de Luis Machín es notable, sublime. Claudia Cantero,  bien, acompaña, lo contrario pasa con Carla Crespo que no consigue el nivel de los demás.
Sin dudas es un excelente espectáculo, para mirar, disfrutar y recomendar.


Twitter@DiegoJSyS

martes, 1 de marzo de 2011

La familia argentina de Alberto Ure (I) Centro Cultural de la Cooperación.

"...Me crié en una familia donde cada almuerzo, cada Navidad era peor que todo lo que pueda hacer hoy en el escenario..." Alberto Ure

No quiero hablar de otra cosa.


Dirección: Cristina Banegas
Incesto mordaz.
Murmura el ocaso:
Amor violento.

Desgracia de tres.
Sedientos de alcohol:
Pasión de muertos.

Traición por vivir.
Ejercicio final:
La Fe perdida.

Hay tantas igual.
Familias prohibidas:
Cría argentina.

                                 
                                      Patricia Bottero

Estela de madrugada de Ricardo Halac

En busca de un destino correcto. por Diego Sánchez y Solís @DiegoSyS   El Centro Cultural San Martín presenta la obra Estela de...