martes, 15 de febrero de 2011

El pasado es un animal grotesco de Mariano Pensotti y Ciclo Daniel Veronesse del Teatro San Martín

Comentando el úlitmo teatro visto a comienzos del 2011.
Teatro actual, innovador, muy valorable y disfrutable.
por Marta Latini
para amartuarte

      En "El pasado es un animal grotesco”, el trabajo actoral es impresionante, los cuatro actores cumplen con el rol de actores principales en lo que atañe a su historia, el de actores secundario cuando acompañan otras situaciones y son también narradores. Siempre "hay un narrador en VIVO", en la dramaturgia tradicional no hay narrador, luego se ha jugado o arriesgado con el narrador en off, pero en este caso esta en vivo, no recuerdo otra obra que lo presente o haga como en ésta.  Otra de las exigencias de esta dramaturgia es que todos los actores tienen que memorizar la obra completa, no se limitan a estudiar el papel de su personaje; esto también se puede ver en "Estado de ira" de Ciro Zorzoli.
    

     Felicitaciones a Mariano Pensotti, joven dramaturgo que ahora tiene 37 años, y seguramente tenía menos cuando escribió la obra y pensó la puesta. Para volver a ver!

     Con relación a los personajes, por ejemplo el  de la veterinaria (Pilar Gamboa) interesante es observar como se presenta la cuestión edípica.  Porque ella no le cuenta a la madre y lo espía a su padre, luego como se engancha en ser la compañera que él está buscando, creo que en cierta forma toma consciencia cuando le plantea a la amiga que se haga pasar por esa mujer,  pero termina que ellos se acompañan, si bien como hija eso es algo natural, ella no pudo formar su propia pareja. Tal vez demasiado psicoanalítico. Otra interpretación puede ser en el descreimiento en una relación sana, sincera. Otro personaje que pesa es el del escritor (Lorenzo), un ególatra, narcisista, porque cuando recibe la mano nunca se plantea que pudo haber una equivocación y estar dirigida a otra persona.



     La puesta es excelente, cada sector del cilindro delimita la vida de los personajes y la modalidad de ir cambiando de una escena a la otra lo tomo como un elemento propio del cine. También valoro  al actor que hace de utilero colocando las cajas y encargándose  de ir colocando todos los elementos en los sectores de los personajes,  si bien no tiene parlamento, se ve obligado a saberse el texto entero a la perfección.

Acerca de tres piezas del ciclo de Daniel Veronese en el Teatro San Martín...


     En “Espía a una mujer que se mata”, versión de Tío Vania de Chejov. 
 Se destacan sobre todo los conceptos que se refieren al teatro:
1º) Lo bien que trae a Chejov a la actualidad. Esta obra fue escrita en 1899, en donde los egoísmos, el aprovechamiento humano tanto dado por los vínculos familiares como por tener una situación patrimonial heredada  y poseer cierta formación, más la urbanización da acceso a la educación y a la ciudad, y con  eso el derecho de disponer de las vidas de los demás, por más lazo sanguíneo que exista. Situación que hoy en día vemos que no ha cambiado demasiado.
2º) La actuación es muy buena y pareja para todo el elenco que se desenvuelve con dominio, fuerza y naturalidad en sus papeles. Hay que resaltar también la armonía en los desplazamientos en un espacio tan reducido de la escenografía.
3º) La escenografía que es una marca  Veronese, ese contraste que siendo tan despojada,  los sucesos y actuaciones se intensifican. Para sacarse el sombrero y felicitar al director y dramaturgo.


     Es la 2ª vez que veo actuar a Osmar Nuñez  siendo físicamente un hombre corpulento la sensación de fragilidad que le impone al personaje es impresionante.
     Juan Carlos Gené actúa también con una fuerza, serenidad, seguridad, con su voz diáfana, manejando el bastón con total naturalidad aunque sabemos que él lo necesita para toda ocasión.

      En “El desarrollo de la civilización venidera” queda perfectamente claro la desvalorización del género femenino.  Tanto "querida", "amorcito", pero con los chistes de los tiros con los dedos se va notando la violencia que el marido ejerce en forma solapada hasta que ante el pedido de libertad la manifiesta con total brutalidad. Considero que aquí también la versión de Ibsen se trae perfectamente a la actualidad.
     Todos los conceptos teatrales marcados en la anterior obra, se repiten con exactitud. Desde ya que los roles protagónicos a cargo de María Figueras como Nora y  Carlos Portaluppi como Jorge están excelentemente actuados.

     Por último “ Todos los gobiernos han evitado el teatro íntimo como versión de Hedda Gabler  de Ibsen, la considero menos potente.
     Tiene como rasgos positivos el seguimiento de la discriminación de género, muestra también las frustraciones en ambos sexos, la ambición y competencia en el masculino, el uso de la mujer para  tener algún logro y satisfacción.  Está bueno esa intertextualidad utilizando la misma escenografía y marcándola con el texto en referencia a la del “EL DESARROLLO…”
     Lo menos destacable es la falta de fuerza de la actriz que hace de Hedda, porque si bien el personaje es una mujer cansada con la rutina que la vida le ofrece, en las cosas que urde, es ahí donde se la ve floja. Para mí la actuación del elenco no es pareja, está muy bien Aldo Barbero y Elvira Onetto como la Señora Elvsted. Pero los otros personajes masculinos tampoco son parejos, es como un entrar y salir del papel.


     De cualquier manera hay un hecho para marcar al haber  visto las dos obras el mismo día, una a continuación de la otra, creo que si la hubiera visto en otro momento no me hubiera gustado, porque no le hubiese dado continuidad al tema de la desvalorización de género.

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