Un día de revelaciones.
por Diego Sánchez y Solís
@DiegoSyS
Luego de la
recordada versión de El gran deschave de Sergio De Cecco y Armando Chulak de
1975, con dirección de Carlos Gandolfo y las participaciones de Federico Luppi
y Haydée Padilla; el teatro nacional Cervantes, en su temporada 2013, repuso
con gran éxito este clásico de la dramaturgia argentina.
En esta
oportunidad los personajes de Susana y Jorge los encarnan, con notables
actuaciones, Muriel Santa Ana y Guillermo Arengo. Ellos representan un
matrimonio de clase media lleno de perjuicios, que les importa más la noticia
de un accidente automovilístico que la de una realidad social y política. Un
día se descompone el televisor del hogar
y el factor de quedarse sin ver la telenovela diaria y con sentimiento de
angustia, desencadena un diálogo intenso acerca de reproches y amores que
revela todas sus frustraciones. Pero ellos resisten porque saben que los une un
vínculo que les impide separarse.
El texto fue
escrito en la década del 70 y en esa época la televisión era como hoy podría
ser el celular.
El elenco lo
completa Graciela Pal quien interpreta a la nona que siempre trata de conversar
lo ocurrido en la verdulería. Ivan Moschner es un hombre que convive con su
problema de ciática. Y Marcelo Bucossi en la piel de un tipo que se hace pasar
por un señor de buenos modales y no es más que un estafador.
Todos los
trabajos están logrados con claridad.
Luciano Suardi
es el encargado de esta nueva puesta, incorpora un grupo de músicos en vivo y
le da un ritmo acertado. Utiliza recursos correctos para que sea una obra
actualizada.
Es un gusto
volver a disfrutar del espectáculo El gran deschave en Buenos Aires. Seguro que
les va a encantar.
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