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sábado, 21 de septiembre de 2013

El llano en llamas de Juan Rulfo

Uno ha creído a veces...que nada habría después.

Fragmento: Cuento Nos han dado la tierra de El llano en llamas de Juan Rulfo
Foto: Patricia Bottero


Cañón de Talampaya

    Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros.
    Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que no se podría encontrar  nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y de arroyos secos. Pero sí, hay algo. Hay un pueblo. 
     Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza.
     Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca.
   Hemos venido caminando desde el amanecer. Ahorita son algo así como las cuatro de la tarde. Alguien se asoma al cielo, estira los ojos hacia donde está colgado el sol y dice:
-Son como las cuatro de la tarde


domingo, 8 de julio de 2012

Devociones para ocasiones emergentes de John Donne.


Meditación XVII (fragmento)

Homenaje al Guernica de Picasso, Carlos Castagnino
Museo Castagnino, Mar del Plata, Argentina.
¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?

¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?

¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?   

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.

Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.  
                                                                                               John Donne (1624)


Parte de este poema introduce la novela Por quién doblan las campanas de Ernest Hemingway (1940) y es citado en la película Hemingway y Gellhorn (2012)

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martes, 30 de agosto de 2011

John Berger (Parte I): Las manos de un escritor.

Todas las historias son historias de manos.
Por Patricia Bottero

Foto: elpais.com
Las manos de su madre, las manos de Henry Moore, las manos del cuadro de Georges de La Tour, las manos dibujadas en sus libros, el guante que dejó caer en la tumba de Borges. Todas sus historias son historias de manos. Todas las manos son portadoras de historias. Aunque lo intentaran difícilmente podrían mentirnos. Esa indagación en el orden de la verdad es lo que nos acerca, en forma íntima, a este escritor. Sus textos admiten la confidencia. Son sus manos de escritor las que declaran la verdad como costumbre. Esa autenticidad, que tras provenir de la fidelidad de la ambigüedad de la experiencia, conmueve. ¿Quién no asocia las manos a algún recuerdo ancestral? Mi memoria evoca la nobleza de las manos de mi padre trabajando la madera, imagen redimensionada por la ausencia y la remembranza. Manos también condenadas a la verdad.

Foto: Patricia Bottero
¡Sí!:“Todas las historias son historias de manos, manos que agarran, que sopesan, que señalan, que unen, que amasan, que enhebran, que acarician, manos abandonadas en el sueño, manos que cortan, que comen, que limpian, que tocan música, que rascan, que asen, que pelan, que se aferran, que aprietan un gatillo, que se cruzan” (De A para X. Una historia en cartas, 2009)
Las manos de Henry Moore fotografiadas en “Cada vez que decimos adiós” (1991) despertaron en él, la piedad que el mismo artista  supiera volcar en su particular versión de La Pietá: “Las manos aparentemente de un viejo. Tal vez una mujer. Manos. Se podría pensar, que han cultivado la tierra, lavado, cocinado, planchado, consolado y vestido a un bebé”.

Job mocked by his wife
George de La Tour (1593-1652)
En la época en que Xavier no recibe correspondencia de Aída, en "De A para X. Una historia en cartas", otro preso le presta una reproducción de un cuadro de George de La Tour,  para que cuelgue en su celda. En el cuadro se observa a una mujer y a  un hombre. La mujer ilumina con la mano derecha y consuela con la mano izquierda al hombre. El cuadro, de un intenso impacto poético, se llama Job Mocked by his wife. Las manos de de La Tour se unieron a las de Berger. Esa noche Xavier, reposó.
      En Aquí nos vemos, John Berger, acompañado de su hija Katya, visita  la tumba de Borges, escena que remite fugazmente a la visita de Michael Berg junto a su hija, a la tumba de Hanna Schmitz en la novela El leedor  de Bernhard Schlink. En esta última, la visita es a la única mujer a quien había amado desde su juventud  y que el destino uniría a través del horror, la compasión, la mentira y otra vez, la verdad. 
Tumba de Borges en Ginebra.
      Aquí el motor es muy distinto. Frente al sepulcro del escritor, tantas veces citado por él, sus manos adquieren el candor del homenaje. Uno de sus guantes queda (¡¿accidentalmente?!) en la tumba de Ginebra, en uno de los relatos más sentidos dedicados a Borges.
¿Encontraron la tumba que buscaban?-preguntó el jardinero bosnio. 
Gracias a usted, contestó Katya.
¿Un familiar?
Sí, un familiar, respondió.
Aquí nos vemos. Cap.2. Ginebra.John Berger
      John Berger nació en Londres, tiene 85 años y vive desde hace décadas en los Alpes franceses. Trabajó en la Escuela de Arte con Henry Moore y escribió en el diario Tribune dirigido por George Orwell. Casi todas las expresiones artísticas se han visto iluminadas con su esencia. Entre los innumerables galardones y reconocimientos obtuvo el premio Booker en 1972, por su novela “G”. Sus obras literarias están colmadas de simbolismos. Nada en ellas queda librado al azar. Recorrerlas en lo intrínseco de su lirismo,  conlleva el grito ciego de la esperanza.

Diseño: Raúl Bongiorno.
En el mes de noviembre,  una adaptación teatral de su última novela, subirá a escena por primera vez en Buenos Aires. Una compañía teatral argentina que integro, es la responsable de llevarla a cabo. Mientras tanto, su prosa no deja de respirar.¿Cuántas vidas caben en una vida?
- "Aunque viviera mil vidas no podría inventarte"- responde De A para X.
-"Los misterios protegen lo sagrado"-comenta casual Cada vez que decimos adiós.
- "El número de vidas que entran en la vida de uno es incalculable"- responden en Aquí nos vemos, las manos de un escritor.

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Próximamente John Berger (Parte II): Fernando era Pessoa.

martes, 23 de agosto de 2011

El túnel de Ernesto Sábato y Pink Floyd The Wall de Alan Parker.

Acerca de la incomunicación y la alienación.
El legendario Roger Waters dará su histórico show, The Wall Tour,en marzo de 2012 en la Argentina. Recientemente ha iniciado su presentación mundial en Berlín. Inspirados por su mística, volvimos a ver la película de Alan Parker del año 1982. Tras el homenaje a El túnel de Sábato, dentro del marco "Buenos Aires Capital Mundial del Libro 2011", releímos la novela publicada en 1948. De allí,  esta comparativa de sus protagonistas.
Por Ezequiel Louzau y Patricia Bottero

Pink Floyd The Wall del director británico Alan Parker cuenta en canciones  filmadas a modo de videoclip la historia del perturbado Pink. Se muestra al músico de rock durante su traumática infancia, su padre muerto en la guerra, su madre sobreprotectora, el maltrato recibido por los profesores en el colegio como se observa en la escena donde se burlan de un Pink niño. que escribe versos, durante una clase de Literatura. El fracaso sentimental, la violencia policial, el exceso de drogas y el camino directo a la locura.
Paralelamente, la novela El túnel de Ernesto Sábato cuenta la historia de otro perturbado, Juan Pablo Castel, un pintor de cuadros violento y cómo llega a asesinar a la única mujer que entendió su obra.
La versión teatral, realizada por el mismo Sábato fue representada en 1996 en España con Héctor Alterio en el papel del paranoico Juan Pablo  y bajo la dirección de Daniel Veronesse.
La soledad, introversión, incomunicación, aislamiento y deterioro mental  de estos dos personajes: Pink y Juan Pablo, están representados claramente por el muro y  el  túnel respectivamente. Ambas obras se titulan con estos dos sustantivos que simbolizan la trágica realidad de sus protagonistas.
Recientemente fueron expuestas en la plaza Joaquín Sánchez, en el barrio de Belgrano, las 30 fotos finalistas del Concurso de fotografía:”El túnel” que celebra el primer libro que escribió Ernesto Sábato. La foto ganadora será la tapa de la edición homenaje. También sus obras fueron leídas en estos días en los Bares Notables de la hermosa Ciudad de Buenos Aires.
Se sabe que un túnel es según la Real Academia Española, un paso subterráneo abierto artificialmente para establecer una comunicación. Otra acepción hace referencia a una situación difícil y agobiante. Algunos de sus sinónimos son galería, caverna y corredor.  En la obra simboliza la oscuridad, la desolación y la soledad que siente el personaje, sentimientos que lo acompañaron durante toda su vida: “…en todo caso, había un sólo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en el que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida.” (Pág. 135)La misma sensación se observa en Pink ya que en casi toda la película se lo muestra solo, recordando a modo de  flashbacks, situaciones de su infancia y juventud, antes de un show.
La Real Academia española define un muro como una pared o tapia. Otra acepción habla de lo que impide la comunicación: “Y los muros de este infierno serán,  así, cada día más herméticos” (Pág.141); “Pero, amigo mío, has revelado tu más profundo miedo y te sentencio a ser expuesto antes de que tus semejantes echen abajo el muro” (Canción: El juicio).
El muro y el túnel hacen referencia a la soledad extrema de Juan Pablo y Pink, especialmente cuando las mujeres en quienes  habían depositado sus esperanzas de salvación, los abandonan: “…había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad…” (Pág. 136);   “¿Qué vamos a utilizar para llenar los espacios vacíos donde solíamos hablar? ¿Cómo voy a llenar los últimos lugares? ¿Cómo voy a completar el muro?”(Canción: Espacios vacíos) Sus mujeres a quienes decían amar y sin embargo, maltrataban,  parecían ser el único contacto con la realidad que ellos mismos deformaban: “Su  mirada se ablandó y pareció ofrecerme un puente” (Pág.43).”¿Qué es lo que hemos encontrado? Los mismo temores de siempre” (Canción: “Desearía que estuvieses aquí); “Pero este sol era un sol negro” (Pág.59)

martes, 12 de abril de 2011

L'avalée des avalés de Réjean Ducharme

El valle de los avasallados o La oscuridad de la esperanza.
por Patricia Bottero

" Cuando lo ojos se abrieron la verdad, la mentira, quién sabe, resplandecieron, la ilusión invadió al hombre, las peores alucinaciones comenzaron a bullir dentro de las profundas montañas de las tinieblas, dentro del cálido rincón de su dios."
                                                                            Réjean Ducharme/El valle de los avasallados

        No hay sensación comparable a encontrar en una novela todo el inmenso placer que promete su lectura, al conocer sólo un párrafo de ella:
     
     "Solo encuentro momentos verdaderamente felices en mi soledad. Mi soledad es mi palacio. Allí tengo mi cama, mi silla, mi viento y mi sol. Cuando estoy sentada fuera de mi soledad, estoy sentada en el exilio, estoy sentada en un país engañoso. Estoy orgullosa de mi palacio. Me entrego en cuerpo y alma por mantenerlo calmo, agradable y resplandeciente, como para recibir mariposas y aves. Si tuviera más orgullo aniquilaría con unos cuantos asesinatos a los que comprometen el bienestar de mi soledad, a los que hacen resoplar el odio en su chimenea, a los que cuelgan la tristeza de sus ventanas...Estoy sola. A veces me ausento de mi palacio. Los hay que entonces aprovechan para colarse. Tan pronto como regreso, los expulso. Cuando alguien entra en mi palacio, es porque he fallado en la vigilancia y  me  avergüenzo de ello..."

       Este fragmento pertenece a  la novela El valle de los avasallados del canadiense Réjean Ducharme , quien ganó con ella el Premio Prix du Governeur General en Canadá, a los 25 años, por su excelencia literaria. Su prosa, de un lirismo  incansable y  una sabiduría ancestral es cuidada al extremo en su exquisita forma. Es que el autor juega con las palabras, las mima, las acaricia, las seduce, las enamora, las inmortaliza y es su plena intención que lo sepamos.

       Este fragmento es también leído a la noche por Léolo, el héroe- niño de 8 años de edad, sentado en el piso con la luz de la puerta abierta de la heladera, en el film del maestro Jean-Claude Louzón.  Sin dudarlo, una voz  interior nos dice que el libro terminará en nuestras manos hasta ser devorado por completo. La tarea no es sencilla ya que no hay versiones en español, pero la esperanza no se pierde y pronto aparece una traducción de la original escrita en francés, editada por Ediciones Doctor Domaverso, una leyenda en su interior anunciará tristemente, cuando el tesoro finalmente llegue a nuestras manos gracias a un alma gemela y viajera: "Prohibida la venta en los países de Latinoamérica".
     
         Berenice es la heroína de esta historia, ella es ante todo una niña con una desborante vida interior, una niña de 11 años que llena de fantasmas y de traumas, nos encandilará con su oscura luz y su aguda visión, durante todo el relato. Un drama triste y a la vez lleno de amor que va más allá y se juega en llamar a las cosas por su nombre, los de ella, los nombres con los que Berenice nomina su mundo e ingresa en el nuestro para quedarse para siempre. Mientras Léolo en el final nos dice: " ...e iré a apoyar mi cabeza entre dos palabras dentro de "L`avalée des avalés".





sábado, 19 de febrero de 2011

www.historiascolectivas.com de Natalia Rosenblum

Bienaventurados los internautas incansables porque ellos, serán saciados.
Jugando a construir literatura colectiva.
Por Patricia Bottero




      Muchas veces los internautas somos sorprendidos en nuestras incesantes búsquedas por los cofres del tesoro, hallazgos tan relucientes como inesperados que nos convocan a su gloriosa anunciación. Tal vez, algún mapa inconsciente nos oficia de guía y la cita se concreta sin preámbulos ni presentaciones. El largavistas anuncia la isla y nos alistamos para el descenso de la nave, ¡ahí!, señala nuestro mapa, la visión no nos engaña, todo coincide, lo vemos, y aunque lo sentimos familiar, no se parece a ningún otro, el cofre destella  http://www.historiascolectivas.com/,  
sitio web que propone un juego literario interactivo. Entusiasmados por la agradable sorpresa, nos quedamos en él porque nos sentimos "como en casa", cómodos y afortunados.

      En ese momento, nuestra “caja de música” al decir de Borges, se inunda de recuerdos de la niñez: ¿Quién no ha jugado a armar historias colectivas orales?, juego en el que cada participante debía agregar una palabra a la oración memorizando las anteriores o, ¿Quién no ha escrito historias colectivas secretas?, juego en el que inventando una oración por participante se doblaba el papel para que el compañero continúe sin saber lo que el anterior había escrito y el siguiente escribiría.

      Con la estructura del antaño "Elige tu propia aventura", este juego refuerza la apuesta, ya que quienes inician las historias son reconocidos artistas y propone la participación del público en dos modalidades bien determinadas, lector o escritor, escindiendo de esta forma a esta pareja que desde su nacimiento se ha casado a la antigua. Cada parte de la historia se bifurca en forma sistemática y planificada, el lector/escritor deberá elegir una de ellas para ser parte de la misma, continuarla  y planear al final otras dos alternativas posibles, o simplemente, deleitarse con la lectura de las múltiples historias que florezcan de la construcción colectiva.

      Eligan su propia historia, dejen que el alma se exprese, remonte vuelo y se diga a sí misma. Mi parte de la historia colectiva ha sido escrita, los invito a escribir las suyas!!!

      http://www.historiascolectivas.com/, porque TODAS las historias personales son, en realidad, historias colectivas.

domingo, 16 de enero de 2011

De A para X. Una historia en cartas. John Berger

Los condenados.


                                        A de A para X.Una historia en cartas de John Berger


Orchis coriophoro, acrocefalus scirpeus ,
Fuente Eunoe, paraíso perdido,
tus alas como destino.
En latitud 33º, yace el león abatido.

Mi azul del tuyo ahora es mío,
tu azul hasta el infinito.
Tu gris del mío ahora tuyo.
¡Grizul hasta el infinito!

De La Tour me acuna sombrío,
Mussorgsky flota en el aire,
ensueña el silencio mío,
Murat lo sueña conmigo.

Durito ayer dijo: ¡Basta!
Su afán del nuestro es testigo.   
Lorca también azulado.
¡Azul para el gris tan frío!

Mi azul del tuyo ahora es mío,
tu azul hasta el infinito.
Tu gris del mío ahora tuyo.
¡Grizul por los lechos idos!

Htein Lin, escultura y cuadro
jabón, tela y amianto,
sólo una noche el cuadro,
¡Am-Arte condena-dos tanto!

En tu voz se oye la espera,
En mi cuerpo expectación.
Mi camaleón, mi soplete, mi ala,
ya nour, mi amor.

Mi gris del tuyo me lleva,
tu azul del mío hasta el fin.
Mi kanadim, mi cordura,
¡Grizul condena-O2 -H1 a voz!

                                                                     
                                             Patricia Bottero



Estela de madrugada de Ricardo Halac

En busca de un destino correcto. por Diego Sánchez y Solís @DiegoSyS   El Centro Cultural San Martín presenta la obra Estela de...