La noche en que Kafka resucitó.
por Patricia Bottero
Ópera experimental en su máxima expresión, dirigida por Marcelo Delgado y Emilio García Wehbi
CETEC- Teatro Colón.
(A) en su acepción "sin" parecido a nada. Espectáculo ecléctico, original, rupturista, ambiguo, bizarro en el buen sentido de todas esas palabras, pero especialmente provocador. En ese punto especialmente nos remite a Doctor Faustus dirigido también por García Wehbi. Ambas puestas aunque diferentes, logran establecer una suerte de sello de autor, intentan por todos los medios posibles empujar al espectador a reconstruir un enorme collage de intertextualidades permanentes. Todos los recursos audiovisuales se conjugan para hacer de estos espectáculos puestas únicas, aunque difíciles de procesar.
El "aparecido" en cuestión es el mismísimo Kafka, sí sí, él, y sus otros dos aparecidos de los aparecidos. La puesta circense con decorados de fiestita de cumpleaños siniestra, ruidos perturbadores de cornetas y demás objetos cotidianos devenidos en instrumentos musicales, el simio que impresiona cual King Kong, el oso, el ángel, el diablo, el burro, la ardilla, las gigantísimas cabezas/máscaras y todo lo demás, harán las delicias del público que no dejará de descolocarse a cada instante.
El "parecido" es una crítica feroz a la industria del arte y al disfrute de las masas de la reproducción sonora del original del artista. La memoria y la locura son los temas destacables. "El recuerdo nada más banal y más sustancial" dirá el diablo.
Lo más shockeante del espectáculo, el truco al que se somete el mismo director escénico, en donde todos rogaremos que sobreviva junto con el cordado.
Poco feliz, todo el gran grupo de alumnos, saludando junto con los artistas de la obra después de decir demasiadas frases/recuerdos de su pasado, lugar común de muestra de fin de año en medio de tanto derroche de talento y originalidad, que otra vez nos remite a Kafka: "¡ El gran teatro de Oklahoma os llama! Sólo por hoy, por una sola vez! ¡Él que desprecie hoy la oportunidad, la desprecia para siempre! ¡El que piensa en su futuro es uno de los nuestros!Todos serán bienvenidos! ¡El que quiera ser artista, que se presente! Nuestro teatro puede emplear a todo el mundo, a cada uno en su sitio!"
por Patricia Bottero
Ópera experimental en su máxima expresión, dirigida por Marcelo Delgado y Emilio García Wehbi
CETEC- Teatro Colón.
(A) en su acepción "sin" parecido a nada. Espectáculo ecléctico, original, rupturista, ambiguo, bizarro en el buen sentido de todas esas palabras, pero especialmente provocador. En ese punto especialmente nos remite a Doctor Faustus dirigido también por García Wehbi. Ambas puestas aunque diferentes, logran establecer una suerte de sello de autor, intentan por todos los medios posibles empujar al espectador a reconstruir un enorme collage de intertextualidades permanentes. Todos los recursos audiovisuales se conjugan para hacer de estos espectáculos puestas únicas, aunque difíciles de procesar.
El "aparecido" en cuestión es el mismísimo Kafka, sí sí, él, y sus otros dos aparecidos de los aparecidos. La puesta circense con decorados de fiestita de cumpleaños siniestra, ruidos perturbadores de cornetas y demás objetos cotidianos devenidos en instrumentos musicales, el simio que impresiona cual King Kong, el oso, el ángel, el diablo, el burro, la ardilla, las gigantísimas cabezas/máscaras y todo lo demás, harán las delicias del público que no dejará de descolocarse a cada instante.
El "parecido" es una crítica feroz a la industria del arte y al disfrute de las masas de la reproducción sonora del original del artista. La memoria y la locura son los temas destacables. "El recuerdo nada más banal y más sustancial" dirá el diablo.
Lo más shockeante del espectáculo, el truco al que se somete el mismo director escénico, en donde todos rogaremos que sobreviva junto con el cordado.
Poco feliz, todo el gran grupo de alumnos, saludando junto con los artistas de la obra después de decir demasiadas frases/recuerdos de su pasado, lugar común de muestra de fin de año en medio de tanto derroche de talento y originalidad, que otra vez nos remite a Kafka: "¡ El gran teatro de Oklahoma os llama! Sólo por hoy, por una sola vez! ¡Él que desprecie hoy la oportunidad, la desprecia para siempre! ¡El que piensa en su futuro es uno de los nuestros!Todos serán bienvenidos! ¡El que quiera ser artista, que se presente! Nuestro teatro puede emplear a todo el mundo, a cada uno en su sitio!"
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